Querida amiga,
llegaste a mi vida dispuesta a cambiarlo todo, a cambiarme a mí.
Me convertiste en una mejor persona.
Crecí contigo, a tu lado.
Desde mi niñez, permaneces a mi lado.
Con tu ayuda conseguí superar muchos de mis miedos,
preocupaciones y problemas.
Gracias por el apoyo que me concediste,
el tiempo que me dedicaste y todas las caricias que me diste.
Gracias por enseñarme, por escucharme, por cuidarme, por compartir tu tiempo conmigo.
Ocupaste un papel muy importante en mi vida.
Espero no perderte nunca,
y si alguna vez te defraudé, perdoname.
Solo espero que sepas lo mucho que significas para mi.
Gracias por todo compañera.
Te deseo una muy feliz Navidad.
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